Logística verde: ¿qué es y qué ventajas ofrece?

Cada vez son más las compañías de logística y transporte comprometidas con el desarrollo de modelos de negocio más responsables con el medioambiente. Esta transformación obedece principalmente a la demanda de los consumidores, que además de centrar su atención en aspectos como el precio o el tiempo de entrega, tienen cada vez más en cuenta la sostenibilidad en su decisión de compra. Es más, se habla incluso de que los compradores experimentan una sensación de felicidad al adquirir este tipo de productos, según recoge el informe “How sustainability is fundamentally changing consumer preferences” publicado por el Capgemini Research Institute, que señala que un gran porcentaje de los consumidores españoles (71%) asegura sentirse feliz cuando compra productos sostenibles.

 

La transformación ecológica es uno de los principales retos a los que se enfrentan las empresas logísticas a nivel global. Sin ir más lejos, las compañías tienen que tomar medidas para lograr el objetivo de que Europa sea climáticamente neutra en el año 2050, así como tener en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados por las Naciones Unidas. En este contexto, entra en escena con gran fuerza la logística verde, un término que conviene que las empresas interioricen e implanten en sus modelos de negocio si quieren avanzar de la mano de los consumidores hacia un planeta más sostenible.

¿Qué es la logística verde?

La logística verde consiste en la capacidad que tienen las compañías para desarrollar soluciones que logren minimizar el impacto de sus procesos logísticos en el medioambiente. En este sentido, es importante tener en cuenta que, donde se produce la mayor parte de la contaminación a nivel logístico es en el almacenaje y traslado de mercancías.

El adjetivo verde hace referencia a cuestiones que tienen gran peso en la opinión del consumidor, como son la ecología, la sostenibilidad del planeta y la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), que se sustenta sobre tres esferas, la ambiental, la económica y la social. Las empresas realmente verdes son aquellas que tienen en cuenta las tres áreas y toda la cadena de suministro de la compañía.

Ventajas de elegir la logística verde

Las empresas que incorporan la logística verde son conscientes del gran abanico de opciones positivas que se presentan ante ellas. Entre las ventajas principales, destacan las siguientes:

  • Disminución del impacto medioambiental:
    El combustible de los camiones es uno de los mayores responsables de emisiones de CO2 a la atmósfera. Gracias a esta gestión verde, las compañías llevarán a cabo soluciones orientadas a reducir las cantidades de dióxido de carbono emitidas.
  • Mejora en el proceso de transporte y distribución:
    Con la incorporación de la logística verde se establecen nuevas medidas beneficiosas para la ciudadanía, como, por ejemplo, horarios de circulación o rutas que mejoren los niveles de congestión, favoreciendo el flujo de circulación de vehículos, así como una mayor eficiencia en el desplazamiento.
  • Mejora en el proceso de embalaje:
    Con el fin de reducir al máximo el número de residuos en los procedimientos de embalaje, la logística verde incorpora soluciones, como el fomento del reciclaje y de productos reutilizables, que a su vez tiene efectos positivos en el planeta.
  • Mejora de la reputación corporativa:
    La responsabilidad de las empresas va estrechamente ligada a una mejora de la reputación, debido a que la ciudadanía valora de manera positiva el compromiso de las empresas con el medioambiente y la sociedad. De esta forma, se contribuye a mejorar el posicionamiento de las empresas dentro de su sector, así como a definir su ventaja competitiva.

Ser verde es, sin duda, una prioridad empresarial. La incorporación de un modelo logístico más sostenible adquiere cada vez más relevancia dentro de las organizaciones, que son observadas con lupa por parte de un consumidor cada vez más exigente y comprometido con el medioambiente. En ellas reside la responsabilidad de gestionar y desarrollar procedimientos que, más allá de mejorar su reputación corporativa, garanticen el avance hacia sistemas más eficientes y respetuosos con el planeta.