Querido Noviembre logístico

Por Recamasa 20.11.2020

Ya está aquí. Noviembre es a la logística lo que la Semana Santa es a Sevilla. Un periodo corto, pero de gran actividad para que el sector se lleva preparando todo el año. Ya está aquí. Noviembre es a la logística lo que la Semana Santa es a Sevilla. Un periodo corto, pero de gran actividad para que el sector se lleva preparando todo el año. 

El Black Friday, el Cyber Monday, unido al crecimiento del e-commerce, baten records de envíos y actividades de paquetería y distribución año tras año para la alegría, y también muchas veces, para la desesperación del sector. Pero este 2020, marca, como en casi todo, la diferencia. ¿La razón? El impacto de algo que en noviembre del pasado año ni podíamos imaginar, la Covid-19.

 

…y cómo no, con nuevos retos a la vista…y cómo no, con nuevos retos a la vista

La pandemia causada por el SARS-CoV-2 hará el papel de las empresas de logística y distribución aún si cabe más decisivo. 

Primero por algo que en los medios de nuestra industria se recuerda cada día. El e-commerce se ha impuesto como una alternativa a tener muy en cuenta en los hábitos de compra de los consumidores. Hayan sido las restricciones para contener la propagación de la pandemia o el natural miedo de los ciudadanos al contagio, la conclusión para estas semanas la ha dado la patronal UNO. Más de 50 millones de envíos el próximo 27 de noviembre y un incremento del 30% respecto al mismo periodo del pasado año. Si el año pasado hablábamos de actividad frenética y tensión en la cadena logística, este año nos movemos un paso más. 

A esto hay que añadir otra situación excepcional, derivada igualmente de la Covid-19. Cierres perimetrales, cuarentenas, horarios restringidos (o cierre) para comercios y grandes superficies. Las medidas de los gobiernos autonómicos para contener la pandemia añaden un extra de incertidumbre, y, sobre todo, una cantidad importante de tensión en las cadenas logísticas, ya que habrán de estar preparadas para transicionar en función de si la venta física será posible, o si, por el contrario, el canal on-line se presenta como la única alternativa. 

Todo ello teniendo en mente la responsabilidad que recae sobre nosotros y lo decisivo que será un trabajo bien hecho por nuestra parte. Este año, el Black Friday se presenta como un auténtico rayo de esperanza para muchas empresas que esperan poder recuperar si no toda, una mínima parte de la facturación perdida durante los momentos más duros de la pandemia. Por poner cifras a esta realidad, un 50% de las pymes y autónomos de nuestro país aseguran que su supervivencia depende directamente del volumen de ventas que consigan realizar durante el último trimestre del año. Cautivar a los clientes será su responsabilidad sí, pero que su canal on-line funcione adecuadamente y sobre todo el proporcionar una experiencia de compra satisfactoria en términos generales, dependerá también de nuestra gestión.

Un recetario que combina presente y futuro para superar esta jornadaUn recetario que combina presente y futuro para superar esta jornada

Un año más, pero con un desafío inédito hasta ahora. La pregunta es, ¿cómo está respondiendo el sector? y, sobre todo, ¿cuáles son las líneas principales para sortear, en la medida de lo posible, estas incertidumbres?

La respuesta no cambia demasiado respecto a otros años. Una gestión más inteligente, integrada y eficiente de la cadena logística. Lo que si que cambia es la intensidad con la que se habrá de hacer. Ante un momento de tal incertidumbre resiliencia y adaptabilidad deben primar. 

Digitalización, Big Data e Inteligencia Artificial es la trinidad que guarda el sector como as en la manga. 

La gestión de la actividad de toda la cadena logística (transporte, gestión del almacén, así como la distribución), basada en decisiones que emanan de datos obtenidos a través de la sensorización de instalaciones y vehículos son un paso más en el camino hacia la elasticidad y la capacidad de amoldarse a cualquier factor cambiante que el sector pueda experimentar, por disruptivo e inesperado que sea. 

Proyectos como sistemas de IoT que permiten la trazabilidad en tiempo real del reparto, herramientas predictivas basadas en la IA que permiten anticipar, por ejemplo, la demanda en un corto periodo de tiempo o el machine learning (datos históricos del conjunto de los clientes, debidamente organizados y tratados que generan una base de datos que se puede explotar para predecir futuros comportamientos) son el resultado de una correcta aplicación de los avances tecnológicos en el sector. 

Pero al margen de nuevas herramientas, nuestra industria tampoco ha de dejar de lado assets tradicionales como el factor humano (aumentando las contrataciones) o la maquinaria y los vehículos de transporte, invirtiendo en modelos más eficaces, pero también más eficientes energéticamente y sostenibles, pensemos también en el largo plazo.

Y todo lo que vivamos en estas semanas es extrapolable a lo que está por venirY todo lo que vivamos en estas semanas es extrapolable a lo que está por venir

Y como último plato, una conclusión. Somos un sector cada vez más estratégico y crucial. Los retos del ayer no son nada si los comparamos con los de hoy y este periodo no iba a ser la excepción. Por ello las buenas prácticas de las que nos hacemos eco día tras día en eventos, reuniones, webinars (ahora que están tan de moda) no son ya una opción, si no una obligación para hacer más resiliente y competitiva nuestra industria, en definitiva, para estar siempre a la altura de las circunstancias, sean las que sean. Y como último plato, una conclusión. Somos un sector cada vez más estratégico y crucial. Los retos del ayer no son nada si los comparamos con los de hoy y este periodo no iba a ser la excepción. Por ello las buenas prácticas de las que nos hacemos eco día tras día en eventos, reuniones, webinars (ahora que están tan de moda) no son ya una opción, si no una obligación para hacer más resiliente y competitiva nuestra industria, en definitiva, para estar siempre a la altura de las circunstancias, sean las que sean.