La salud por encima de todo: El otro gran esfuerzo del sector durante la pandemia

Por Recamasa 22.09.2020

Suministro y necesidades básicas de los ciudadanos sí, pero salvaguardando siempre su salud.

Parece haber pasado una eternidad desde esos meses en los que en medio del huracán provocado por la pandemia Covid-19, las actividades de logística y transporte avanzaban contra corriente para cubrir las necesidades básicas de la población de nuestro país sorteando contagios, cierres fronterizos, cuellos de botella, desabastecimiento y hasta una revolución en el comercio on-line que puso si cabe más presión en una industria apunto de rebosar por los cuatro costados.

Y aunque parece que hay quien ha cerrado página e incluso se aventura a dibujar levemente las futuras tendencias del sector, tal vez sea el momento de reconocer un logro muy diferente del ya muy clamado y reconocido trabajo que nuestros profesionales han realizado manteniendo constante el bombeo de la cadena de suministros en momentos tan difíciles.

Y es que la realidad apunta a que ha existido un esfuerzo adicional encaminado en otra dirección que sin embargo parece que se ha enterrado con el tiempo y que tiene más que ver con las medidas sanitarias y de higiene que trabajadores y equipos han interiorizado para salvaguardar la salud de sus iguales, pero también de los usuarios y clientes a quienes debemos tanto.

 

Contacto cero. El ABC de organizaciones y empresas para preservar la seguridad de compañeros y clientes.

Ni dos semanas habían pasado desde que el SARS-CoV-2 empezó a expandirse por Europa, cuando las principales organizaciones de nuestra industria como AECOC o UNO publicaron sendos documentos en los que explicaban de lo más básico sobre el virus (¡Quién podía tener claro algo en esas primeras semanas de marzo!) hasta las medidas que trabajadores de almacén, transportistas o repartidores habían de seguir para garantizar su seguridad y la de todos.

No paso mucho tiempo más hasta que las principales compañías del sector las implementaron, con una rapidez increíble ante la confusión reinante. Al margen del uso generalizado de mascarillas, geles y guantes, las diferentes actividades que componen la cadena logística ofrecieron soluciones concretas con la mente puesta en sus especiales características. Desde la carga y descarga en la que nuestras carretillas elevadoras fueron protagonistas y para lo que se estableció, por ejemplo, un perímetro de seguridad que variaba entre 1 y 2 metros, pasando por la gestión de los almacenes hasta llegar al reparto, donde se tuvieron que improvisar nuevas medidas de entrega, con identificación mediante códigos QR o bolsas térmicas y selladas para poner en marcha el ya famoso “contacto 0” en la frenética entrega de pedidos e-commerce, el empeño detrás del objetivo de frenar el coronavirus y que este no se propagase por la cadena logística ha sido enorme y, ante estos nuevos meses, sigue siendo una garantía para la salud de todos.

Desde chalecos que marcan el traspaso de la distancia de seguridad, hasta drones fumigadores… ¡La tecnología al rescate!

No podemos dejarnos en el tintero sin embargo los esfuerzos que desde diferentes compañías tecnológicas y centros de innovación se han realizado para que no toda la carga de las medidas sanitarias caiga en los trabajadores.

A iniciativas desarrolladas por empresas como Airvant en colaboración con el Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales (Catec) y que han puesto a nuestros nuevos-viejos amigos, los drones como centro de un sistema de desinfección automatizada para contenedores y mercancía paletizada en las Zonas de Actividad Logística (ZAL), grandes centros de almacenamiento y distribución de mercancías, se unen a otras más “micro” como la puesta en marcha por Linde Material Handling, que ha presentado dos soluciones basadas en ropa de trabajo inteligente para prevenir la propagación de la Covid-19 en espacios logísticos e industriales. En concreto en un chaleco que proporcionan advertencias auditivas, visuales y hápticas si los usuarios se acercan demasiado, permitiendo así la posibilidad de trabajar libremente con la máxima protección evitando posibles contagios, así como un más pequeño dispositivo portátil que se sujeta a la ropa, al cinturón o mediante pulseras y ofrece a las empresas la misma gama de funciones que el mencionado chaleco.

¿Un esfuerzo que verá nacer futuras tendencias en el sector?

Y aunque tal vez sea demasiado pronto y no haya que olvidar lo que se ha hecho antes de mirar al futuro, si hay un detalle en el que las medidas encaminadas hacia el mantenimiento de la seguridad sanitaria encuentran un punto en común con el futuro del sector.

Y es que muy lejos de nuestras fronteras, casi en la otra esquina del mundo, la capital de Australia, Camberra, ha experimentado el éxito de las primeras entregas sin repartidor. De nuevo los drones de la mano de Wing, el servicio de envíos mediante dron de Alphabet (la matriz de comercio electrónico de Google) han visto disparada su usabilidad como medio de reparto. El servicio que fue lanzado antes de la pandemia experimentó durante los meses de febrero, marzo y abril un aumento de un 500%, todo por la garantía que llevan intrínsecos estos aparatos para mantener la transmisión a raya.  

Sin ninguna duda un paso más en la lucha contra la propagación del virus en los servicios de transporte y logística. Pero... ¿también hacia el futuro del sector? Tal vez lo mejor sea quedarse con lo conseguido hasta ahora que es mucho, gracias a grandes profesionales antes de poner la mirada en la post-pandemia.