Logística y e-commerce, la punta de lanza del comercio al por menor

Por Recamasa 18.08.2020

La pandemia causada por la Covid-19 ha asestado un duro golpe en la evolución de la economía, afectando a todas las industrias del país, en particular al comercio minorista. Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional, se prevé que la economía nacional se contraerá este año en un 12’8%, casi cinco puntos más de lo que predijo esta entidad en abril, un mes después de que comenzaran los confinamientos. Esta situación ha provocado que los pequeños negocios vean con cada vez más incertidumbre las consecuencias económicas y financieras de esta crisis sin precedentes que los asola.

Según datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el comercio minorista acumulado durante los seis primeros meses del año es un 10,6 % inferior al registrado en la primera mitad de 2019. De hecho, teniendo en cuenta los datos proporcionados por eMarketer, las ventas al por menor en España caerán un 12,7% este año, por debajo de la tasa de crecimiento del 1,9% prevista anteriormente, lo que equivale a una disminución de 46.34 millones de dólares a 297.50 millones de dólares.

En junio de 2020, el comercio minorista desestacionalizado disminuyó un 4’7% respecto al mismo mes del año anterior, según los datos del INE. Estos son datos alarmantes para los pequeños comercios, ya que, a pesar de que la cifra resulta más positiva que la obtenida en el mes de mayo, estos números suponen el mayor descenso del comercio minorista desde octubre de 2009.

En todo caso, el incremento de las ventas del comercio minorista en mayo y junio contrasta con los fuertes retrocesos mensuales que se registraron en marzo (-15,7%) y abril (-20,1%) por la Covid-19 y la declaración del estado de alarma.

La respuesta se llama transformación digital.

Debido a esta situación que estamos viviendo, las empresas han tenido que adecuar las formas de conectar con sus públicos a pasos agigantados, haciendo esfuerzos mayores por hacer frente a la crisis económica que se les cernía encima. Especialmente los comercios locales y pequeños comercios, quienes han visto como sus ventas menguaban hasta casi desaparecer, acelerando su proceso de transformación digital, que se ha convertido en una necesidad imperante de cualquier pequeño comercio que quiera sobrevivir.

En este sentido, el e-commerce se presenta como la punta de lanza de los comercios al por menor que quieran seguir manteniendo su actividad durante esta época de incertidumbre causada por la Covid-19. Los usuarios se suman cada vez más a realizar sus compras online, ya sea desde ordenadores o smartphone, debido a los continuos avances tecnológicos y al aumento de la facilidad de acceso a Internet, sumados a la actual situación de distanciamiento social que sufrimos. La comodidad, la seguridad y el ahorro de tiempo son algunos de los factores por los que los usuarios se deciden a hacer compras digitales.

De hecho, un estudio realizado por la EAE Business School revela que el 30% de las personas intensificarán sus compras por Internet con motivo de la pandemia. Una tendencia que lleva años acrecentándose y que, ante la incidencia del virus, parece que no ha hecho más que acelerarse.

Este aumento del e-commerce supondrá también un reto para las empresas de logística, quienes deberán aumentar sus esfuerzos para lograr enviar un cada vez más alto número de paquetes en el plazo de entrega previsto, aumentando su plantilla y mejorando sus procesos de recepción y envío para adecuarlos a la nueva mecánica que ha instaurado el coronavirus; el distanciamiento social.

En definitiva, está en nuestras manos lograr que esta nueva forma de logística cumpla los requisitos establecidos por nuestros clientes, cada vez más preocupados por su salud y por las condiciones de higiene en las que serán entregados sus paquetes.